miércoles, abril 11, 2018

Software Libre, charla de Richard Stallman

Hoy tuve la oportunidad de asistir a una conferencia ofrecida por Richard Stallman, iniciador del movimiento de software libre, y aprendí dos cosas muy importantes: la diferencia entre Software Libre y Código Abierto; y que la próxima vez que me refiera al sistema operativo GNU/Linux Debo llamarlo justamente así, y no simplemente Linux. Ahora me explico:

Software Libre y Código Abierto para un usuario como yo, regularmente parece lo mismo, y segun Richard Stallman los medios masivos se han encargado de desaparecer la mención a Software Libre, decantándose por la segunda; pero es más bien una cuestión filosófica, mientras que el movimiento de Software Libre se interesa en las libertades del usuario de modificar el código y cumplir con lo que El Dr. Stallman llama las 4 libertades, siendo una cuestión mas de ética; el Código Abierto  se enfoca más en el acceso al código y la usabilidad de los programas, más pragmático, sin entrar en dilemas éticos.

Pero ¿cuáles son esas cuatro libertades? Las enunció así:

0.- Que el usuario pueda codificar sus programas.
1.- que el usuario pueda leer el código fuente y cambiarlo acorde a sus necesidades.
2.- Que pueda hacer copias exactas del programa como se recibió para distribuir.
3.- Que pueda hacer copias de las versiones propias para regalar o vender, distribuir, como lo desee.

Él opina que cuando el software cumple con estas cuatro condiciones es un software libre y así tienen el control del mismo, de lo contrario el software es el que tiene el control del usuario. Y genera un sistema de poder injusto y es cuando lo llaman privativo. Y refiere que el software libre debe ser un derecho fundamental de la humanidad.

Software libre no es igual a software gratuito, o no necesariamente tiene que ser así. En los países de habla hispana hemos confundido el término debido a la ambigüedad de la palabra “free” en el idioma inglés. Sin embargo que se venda un software no quiere decir tampoco que no sea libre.

El problema con el software privativo es que una vez que ya nos ocultan el código, comienzan a incluir funcionalidades más “malévolas” para ganar más dinero, desde espiarnos, vender nuestros datos, preferencias, conocer ubicaciones, etc.
Y de esto no se salva nadie, Apple, Facebook, Google, Microsoft, todos nos espían y tienen en sus programas y servicios puertas traseras universales, para actuar a conveniencia. Incluso algo que pudiera ser tan inofensivo como un lector de libros, envía información a sus servidores (Amazon) incluso si el libro que estés leyendo no lo hayas adquirido en su tienda oficial.

No usa ni recomienda el uso de smart phones, ya que tanto iOS como Android tienen puertas traseras para colectar información si se deseara; se le pregunto si hay algún software libre para éstos y dijo:
“Si y no, ya que ya hay un software libre desarrollado que puede impedir que te espíen a nivel aplicaciones pero no puede acceder al software privativo del procesador que usa el módem y el micrófono  con los que se comunica por radio con el proveedor del servicio telefónico” o sea que siempre nos están escuchando y de ser necesario pueden acceder a esa información.

Otros son los productos “atados” como Fitbit o algunas cámaras de seguridad que te obligan a que te registres con el fabricante para poder usarlos y la información necesariamente pasa por sus servidores.

Entonces ¿Como se hace un software libre?

Se requiere una licencia que otorgue las 4 libertades al usuario, de las que hablamos anteriormente;  otorgada por el creador de ese software, pero es importante que sea claro y que la licencia esté al Inicio y al final del código fuente. Para evitar que se mal interprete.

Hay 2 tipos de licencia de software libre:

1 Las débiles: que simplemente dicen haz lo que quieras con mi código (ejemplo: Apache pero esto resultó en abuso por parte de algunos como IBM)
2.- La creada por él: copy left. Que otorga las 4 libertades pero con una condición, que la distribución sea respetando la misma licencia y el mismo código fuente.

Sobre porque debe llamarse GNU con Linux mencionó que ellos desarrollaron el sistema operativo GNU y estaban trabajando en el kernel, pero en 1992 el kernel de Linux se hizo libre por lo que decidieron incorporarlo y ahí comenzaron las distintas distribuciones que hoy conocemos simplemente como Linux lo cual es injusto ya que no mencionan el componente más grande del sistema operativo que es GNU.

Mencionó otros temas como que tampoco recomienda el software como servicio ya que terminas dando toda tu información a la empresa que te proporciona el servicio y puede cambiar las condiciones sin tu consentimiento o usar, vender, compartir, etc. tus datos un atentado a la privacidad.

Recomendó que si quieres ser un buen programador tienes que leer mucho código bueno (fuente recomendable el software libre) y comenzar a hacer pequeñas modificaciones a ese gran software, escribir mucho código bueno, involucrarte en 15 proyectos grandes y ya después hacer tu propio gran proyecto.

En Resumen fue una buena charla con una persona comprometida hasta de forma religiosa con su libertad y el derecho a la libertad de los usuarios de software.

Curiosidades de la charla:

No dejo al presentador que leyera su curriculum, quiso ir directo al grano inmediatamente, pidió que si tomábamos fotos quitáramos las etiquetas de geolocalización y que no las subiéramos a Facebook, instagram ni WhatsApp ya que llamo a estos los tentáculos del más grande monstruo contra la privacidad, ya que, dijo, te pueden reconocer incluso de espaldas.

Al final termino la charla vestido con una toga y un ancestral disco duro dorado en forma de areola en la cabeza representando a San iGNUacio santo De la Iglesia Emacs ( editor de código libre) y enemigo de VI (otro editor) por qué VI VI VI es el editor de la bestia (si captan la referencia ¿no?).

Al final invitó a las autoridades de la institución que lo invitó (UASLP) a implementar un programa para cambiar a software libre aunque tomara algunos años, cosa que, personalmente, veo muy difícil.

Fue una charla entretenida, en ratos divertida, pero sobre todo para reflexionar sobre el riesgo de usar todas esas aplicaciones a las que nos han acostumbrado para poder seguirnos controlando.

Si te interesa involucrarte con el movimiento de software libre, hay muchas formas, no necesitas saber programar, más informes aqui: http://www.gnu.org/

gnu


Muchas Gracias. Sarai López y su Sr. Esposo Francisco Torres por conseguirme el acceso. 

lunes, abril 02, 2018

¿Por qué escogí a Batman?

Cuando era niño, había ciertas preguntas que surgían y tenían que ser respondidas… o al menos había que plantearlas, si no era posible hallar una respuesta definitiva.
Una era qué pensabas del juego perfecto de Don Larsen en la Serie Mundial, si había sido habilidad, destino o pura suerte. Otra concernía a lo que había en el centro de las bolas de golf. Es decir, todos sabíamos qué había debajo de la superficie blanca abombada: millones de ligas de hule. Pero había algo más en el mero centro, un líquido que algunos creían era el más venenoso del mundo, otros que era una sustancia tan corrosiva que de inmediato se comería tus dedos hasta el hueso, y otros que era una sustancia que explotaría si tocaba el pavimento caliente.
Estaba la pregunta de por qué todos los personajes de Disney usaban guantes, o si existía alguna colección completa de las tarjetas coleccionables verdes de Davy Crockett (las rojas eran fáciles de conseguir, pero las verdes eran extrañamente escasas); o si saldrías de cabeza en China si en verdad fuera posible cavar por el centro de la Tierra hasta el otro lado.
Esas eran las preguntas que nos hacíamos cuando ya estábamos muy cansados para seguir nadando y nos tirábamos en la playa, o al caminar a casa desde el campo de béisbol en el dulce ocaso del verano con tus pies ardiendo dentro de los zapatos, o antes de dormirse en los campamentos.
Y una de las preguntas siempre era ¿A quién prefieres, a Superman o a Batman?
Yo siempre escogía a Batman.
batman2Creo que algunos de mis amigos de la infancia ya no recuerdan ni las historietas ni la pregunta, pero a mí me complace decir que nunca crecí del todo, solo me creció el pelo en varias partes del cuerpo y un sentido de responsabilidad en el corazón, y tengo amigos que hicieron lo mismo: amamos a nuestras esposas e hijos, hacemos nuestro trabajo pero también seguimos leyendo historietas. Y yo sigo eligiendo a Batman.
Esto no quiere decir que no me guste Superman; déjenme asegurarles a todos los que estén clamando por mi sangre (incluyendo editores, guionistas y entintadores que darían sus vidas, su honor y sus sagrados cheques para  proteger la imagen y el buen nombre del Hombre de Acero) que me gustaba muchísimo. No podría no gustarte porque era de los buenos (y, contrariamente a lo que creen algunos amargados tanto entonces como ahora, los niños sienten una atracción natural por los buenos… gracias a Dios), porque tenía todos esos grandes poderes, porque tenía ese atractivo conjunto de enemigos con quienes combatir (incluyendo a ese duendecito del nombre impronunciable, -que nosotros solíamos pronunciar Mixtaplik– y que para mandarlo a la cuarta dimensión debía ser engañado para que dijera Kilpatzim o algo así), porque tenía amigos geniales (como Perry White, que era J. Jonah Jameson mucho antes que el lanza-redes se graduara de los pañales a los calzoncitos entrenadores).
batman4Pero había algo en Superman que siempre me resultó un poco… déjenme ver. No decepcionante, no es eso lo que quiero decir, sino… ya sé, ya lo tengo: predestinado. Para mí era demasiado fuerte, demasiado capaz, tal vez porque yo era un chico que usaba gruesos anteojos o quizá porque el concepto de invulnerabilidad lo hacía ver como un héroe con una ventaja injusta (ser bueno debería ser siempre más difícil que ser malo). Tomemos, por ejemplo, el súper-aliento: ¿Es justo poder regresar Metrópolis a su lugar de un soplido después de que Lex Luthor la mandó al Atlántico con unos cohetes nucleares? Tal vez sí, pero a mí no me convencía del todo. Tenía su talón de Aquiles, por supuesto, pero era uno muy pequeño (al menos hasta que los editores empezaron a hacer confuso el asunto con la kryptonita roja, la kryptonita amarilla y no dudo que haya salido una kryptonita color pistache).
Batman en cambio, era solo un tipo.
Un tipo rico, sí. Un tipo fuerte, seguro. Un tipo inteligente, sin duda.
Pero… no podía volar.
batman-4Creo que eso definió mi preferencia más que nada. Recuerdo los carteles de la primera película de Superman (¿se acuerdan de la primera película de Superman, allá cuando el mundo era joven y los dinosaurios caminaban por la Tierra?), esos que decían USTED CREERÁ QUE UN HOMBRE PUEDE VOLAR. Bueno, yo no. No lo creí en la película y tampoco lo creí del todo en las historietas (irónicamente, donde más estuve a punto de creerlo fue en la serie de televisión). Pero cuando Batman se tiraba por una soga hacia la guarida del Joker o impedía que el Pingüino soltara a Robin en un tanque de aceite hirviendo mediante un batibúmerang bien lanzado, yo lo creía. Éstas no eran cosas probables, lo concedo abiertamente, pero eran cosas posibles. Yo podía creer en un Cruzado Enmascarado que se colgaba de sogas, arrojaba búmerangs con una precisión letal y manejaba como Richard Petty llevando una mujer embarazada al hospital.
El súper aliento era difícil de creer, pero un tipo que llevaba un pequeño compuesto disolvente (para esas molestas sogas que los ladrones insisten en usar para atarte) en un bolsillo de su cinturón utilitario, una poderosa linterna en otro y una útil y rápida anestesia en otro (Batman ponía a dormir a la gente con dardos tranquilizantes antes de que realmente se empezaran a utilizar para sedar animales y personas)… bueno, esa clase de tipo era mi clase de tipo.
batman-3Aunque eventualmente le dieron su propia revista, era y sigue siendo con Detective Comics con lo que más asocio a Batman en mi mente. Él era un auténtico detective: al negársele todas las características divinas y la supuesta inmortalidad de los superhéroes, esos olímpicos modernos, tenía que ser un detective. No podía basarse en el súper aliento para regresar a Gotham City a su lugar correcto después de que el crimen ocurriera: tenía que atrapar a The Riddler o al villano que fuera antes de que pudiera encender los cohetes nucleares. Como Sherlock Holmes, Batman buscaba los rastros que dejaban los maleantes, tomaba huellas digitales, recogía cabellos de la escena del crimen y tomaba testimonios. Llevaba archivos -también Holmes- del modus operandi de varios criminales. Buscaba patrones, sabiendo -como todos los grandes detectives- que si puede encontrar un patrón, se puede estar ahí, esperando al criminal en su siguiente objetivo. Batman vivía de su ingenio, combatía y desarmaba -a veces brillantemente- a algunos de los más grandes villanos jamás creados, impedía todo, desde grandes robos de joyas hasta planes para secuestrar perros… y a la vez se las arreglaba para vivir otra vida al mismo tiempo, la de Bruce Wayne, prominente filántropo. Reunía dinero, en los 60 elevó su conciencia social y hasta educó a un protegido, Dick Grayson. Ah… y otra cosa. Tal vez el verdadero motivo por el que Batman me gustaba más que el otro tipo.
Había algo siniestro en él.
Así es. Lo que oyeron.
SINIESTRO.
batmanday4Como The Shadow y Moon-Man de las revistas pulp, como un vampiro, Batman era una criatura de la noche.
Oh, sí, lo podíamos ver combatiendo el crimen de día a veces, pero él era más que nada una silueta en las sombras o un hombre-cosa de gesto adusto atravesando una ventana a altas horas de la madrugada, con su capa flotando a su alrededor como una gran sombra. En esos cuadros en que Batman irrumpía en escena, uno veía casi siempre una horrenda clase de miedo en las caras de los matones a los que estaba por tirar por el inodoro, y yo siempre me sentí fuertemente identificado con esas expresiones.
, pensaba yo (y sigo pensando), sentado bajo un árbol en mi jardín, o en la tina, o en el excusado (o de niño bajo las cobijas, con una linterna). Sí, eso es, deben tener miedo. Yo seguramente lo tendría si se me apareciera algo así. Tendría miedo aunque no estuviera haciendo nada malo.
La noche era su tiempo, la oscuridad era su lugar; como el murciélago del que tomó el nombre, él podía ver con sus manos, pies y oídos. Como Bruce Wayne era alegre, fino, lleno de pericia y bonhomía, un tipo fácil de imaginar frente a la chimenea en su biblioteca colmada de libros con una copa de brandy y un tazón de botanas de queso a la mano. Pero cuando la batiseñal flotaba contra uno de los rascacielos de Gotham (o tal vez en la parte inferior de una nube pasajera), una criatura lúgubre y sin sonrisa emergía de la bati-cueva. Si le disparabas, sangraba…, si le ponías un buen golpe en la cabeza, se desmayaba (al menos por un rato)… pero nunca, nunca podías detenerlo.
batmanday2Desde la cancelación de la desagradable y bufonesca serie de televisión, hasta más o menos 1982, Batman vivió en un mundo de sombras no sólo como personaje sino como personaje de ficción publicado.
Hubo un tiempo, no me molesta contárselos, en que recuerdo haber ido a mediados de cada mes a sondear cuidadosamente (y un poco ansiosamente) los kioscos, seguro de que el Cruzado Enmascarado habría desaparecido, un personaje que simplemente había entrado a ese silencioso salón de la oscuridad a donde otras grandes creaciones como J’onn J’onzz el  detective marciano, Plastic Man, los Blackhawks, Captain Marvel y Turok, se habían ido antes que él.
Parece que me equivoqué al preocuparme.
Parece que no se puede acabar con un buen murciélago.
batman7A lo largo de los últimos años, una o dos cosas han estado sucediendo: o nuevos fas se han interesado en las andanzas de Batman, o algunos de los viejos han vuelto sin hacer ruido. De cualquier forma, el impacto publicitario y las triunfales ventas de The Dark Knight Returns, probablemente la mejor pieza del noveno arte jamás publicada en una edición popular, parecen haber asegurado el éxito de Batman. Para mí, eso es un gran alivio y un gran placer.
Me gustaría felicitar al Cruzado Enmascarado por su larga y valiente historia, agradecerle por las horas de placer que me brindó y desearle muchos años más de lucha contra el crimen.
Dales duro, grandulón. Que tu batiseñal nuca falle, que a tu batimóvil nunca se le acaben las píldoras nucleares que lo propulsan, que tu cinturón utilitario nunca resulte fatalmente desabastecido en el momento incorrecto.
Y, por favor, nunca irrumpas por mi tragaluz en medio de la noche. Probablemente me dé una hemorragia cerebral de tanto miedo…
Y, además, grandulón, yo estoy de tu lado.
Siempre lo estuve.

*Publicado originalmente en Detective Comics #400 (octubre de 1986). Traducido para el especial de Comikaze y La Mole Comic Con (marzo 2014) por Alfredo Villegas.

Fuente: http://www.comikaze.net/por-que-escogi-a-batman-por-stephen-king/
Esto es literal un copy paste porque no lo quise arruinar

Software Libre, charla de Richard Stallman

Hoy tuve la oportunidad de asistir a una conferencia ofrecida por Richard Stallman, iniciador del movimiento de software libre, y aprendí d...